EL GUSANO POLLO


Recolectar café, cosechar el café, cortar café, como quiera llamarlo o como sea la manera de nombrar esta actividad según sea la zona o el país, sigue siendo una actividad muy placentera y relativamente viable y sencilla. En primer lugar es emocionante acudir al encuentro del grano que durante todo un año se había esperado ansiosamente. Exitante tal vez es sentir la llega de la madurez del grano que aguarda ser recolectado en aquellas montañas de arboledas placenteras y apacibles. El hermano mayor como le llamo yo al árbol del cafeto, se dispone a esperarnos en su predio para llenarnos de la alegría qu significan aquellas bayas mágicas que ya acanzaron su estado optimo de maduración para ser cosechado.


Esa mañana, cuando ya mi primer canasto estaba casi lleno, al deslizar la mano entre las varejas de la mata de cafeto, de repente sentí una punzada intensa en mi mano izquierda a la altura de la base de mi dedo pulgar, busqué cuidadosamente entre las ramas y encontré colgando de una hoja un bello animalito cubierto todo de una lana muy parecida a la de un pollo recien salido de su cascara, era un gusano pollo, asi le llamamos por acá en estos cafetales a aquel amimalito que se esconde entre las hojas de las matas de cafeto, y que pareciera espera el roce de alguna parte de nuestro cuerpo para dejanos aquel doloroso e inolvidable recuerdo de un encuentro furtivo. 


Me enseñó el mariposologo de Campo Elías que cada mariposa tiene su planta especifica en la que depositan sus huevos para garantizar la preservación de su especie, es una simbiosis perfecta e inviolable entre animal y planta. La verdad es que yo no he visto gusanos pollos en otras matas que no sea las matas de cafeto.


La picadura de un gusano pollo es profundamente dolorosa, al instante comienza a subir el dolor hasta sentirse en la concavidad que forma el arranque del brazo con el cuerpo, el sobaco o axila, ya está en deshuso la palabra sobaco, así que el dolor se posó en mi axila izquierda sientiendose tambien un extraño dolor en el oido que acompaña con frecuencia estas picadas de animales ponsoñosos.


Rapido recordé las enseñanzas ancestrales que se fijó en nuestra memoria, la cual nos dice silenciosamente, que para estos casos, así como la de cualquier animalito ponsoñoso, muy buenos son los miaos untados en la parte afectada, de modo que me desajusté el canasto y procedí a recoger mis propios miaos para lavar la zona donde el gusano había dejado su ponsoña, que al instante comenzaba a tornarse enrojesida, dolorosa y afiebrada. Ciertamente, los propios miaos de uno parecieran actuar lenta pero efectivamente hasta anular aquel lacerante dolor que se siente al ser rozado por la lana de un gusano pollo.


Son muchos los recuerdos que ponsoñas de gusanos, avispas o algún tipo de   bravas hormigas, han dejado su marca en nuestro cuerpo cuando nos disponemos a realizar cualqier labor agrícola en nuestros cafetales y conucos. Por eso una cajeta de chimó nunca debe faltar para cualquier emergencia de este tipo


Cuando usted se esté tomando una gustosa taza de café, no deje de pensar en los dolores que el campesino sufre para llevar el placer de este fruto a su despensa, en cada uno de esos granos va un trocito de todos nuestros amores y sufrires.


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